
El entrañable Agur Jaunak
Por Odón Ulibarrena
La Cultura Popular fija mediante refranes, leyendas y canciones la experiencia colectiva que genera la Sabiduría. El dramaturgo y filósofo francés Voltaire, se refirió a los Vascos como “el Pueblo que danza y canta en el Pirineo”. Las canciones que “dan en el clavo” permanecen vivas porque las personas están de acuerdo con lo que dicen más que por la belleza de los versos. El contenido humanístico es más importante incluso que la melodía o el autor. He podido comprobar que los vascos no conocen al autor de muchas de las canciones que habitualmente entonan en sus celebraciones familiares y festividades vecinales, aunque sean tan famosos como Jean Batite Elizanburu, Iparagirre o Etxahün de Iruri.
Es preciso señalar que cantantes modernos, como Benito Lertxundi, Xabier Lete, Mikel Laboa, etc se han hecho eco del cancionero tradicional vasco, contribuyendo a su difusión y permanencia.
Agur Jaunak, una de nuestras canciones emblemáticas, sumamente conocida y difundida, tiene un cierto halo misterioso y su traducción entraña dificultades. No conocemos a su autor y se dan varias versiones acerca de su origen. Sobresale la que cita el musicólogo Ansorena, respecto a una melodía idéntica que oyó el año 1955 en un restaurante de Viena. El intérprete le hizo saber que se trataba de una canción tradicional vienesa. No debemos olvidar que la folklorista Violet Alford descubrió que los soldados napoleónicos capturados en Rusia que enseñaban danza en la corte del Zar, eran vascos, originarios de Zuberoa. Un paso clásico del ballet es “le pas de basque” (el paso vasco). Nureyev no inventó los saltos trenzados pues documentalmente hay registros vascos del siglo XVI.
En mi opinión, el Agur Jaunak, en origen es una canción generada durante los enfrentamientos de las Hermandades contra los Andikis-Parientes Mayores, pues se hace hincapié en la Igualdad de los seres humanos, “denok Jinkoak giñak gire” (todos, incluyéndome, somos obra de Dios) y en la Solidaridad, “Agur t’erdi”: Adiós pero a medias pues si nos volvéis a necesitar, contad con nosotros.
Las Costumbres se suelen solapar y en raras ocasiones perdura el suceso que generó el problema cuya solución creó el Uso que la permanencia en el Tiempo convirtió en Costumbre. El Igualitarismo Vasco no debe vilipendiarse como mito por el hecho de que los que se civilizaron dejasen de comportarse conforme al Gizabidea.
The Kelly Family y su casual encuentro con Bruce Springsteen
Veamos una memorable anécdota; el encuentro que tuvo The Kelly Family, a las puertas de la Catedral de Notre Dame en París: “Después de volver de nuestro viaje por América, en el 86, fuimos a París. Una noche, a las 2 de la mañana, en frente de Notre Dame, con la plaza completamente vacía e iluminada, decidimos despedirnos de unos íntimos amigos cantándoles el “Agur Jaunak” con el acordeón y nuestras voces. En ese momento, en una ciudad de 12 millones de habitantes, casualmente pasaba un señor acompañado por otras dos personas. Se pararon a cierta distancia y escucharon la canción. Nada más terminar, se nos acercó ese señor, con lágrimas en los ojos y nos preguntó muy emocionado: “¿Qué canción es ésta? ¿Quiénes sois?” Y presentándose a si mismo dijo: “Soy Bruce Springsteen” Aquello estaba iluminado, pero aun así tuvimos que frotarnos los ojos para darnos cuenta de que efectivamente era Bruce Springsteen, que cautivado por las notas del “Agur Jaunak” acabó dándonos hasta su número de teléfono y dirección privada.”
No nos extrañó, después de leer esto, la querencia del cantante norteamericano por la tierra vasca.