
Al igual que acontece con el Capitán de Granaderos Jean Batite de Elizanburu en Laburdi, sucede con el sastre Beñat Mardo, en Zuberoa: pese a que una de sus canciones haya sido popularizada por el cantautor Benito Lertxundi, no es famoso y estimo que la mayor parte de los que la cantan creen que pertenece al anónimo acerbo popular. Sastre de profesión y residente en Bakoxe, fue un bertsolari muy famoso del siglo XVIII; tanto que se considera ser el primero del que se imprimieron improvisaciones.
“Jaün Barüak” (el señor Barón), fue cantada el 3 de enero de 1769, en el transcurso de la noche de bodas del mosquetero de la Guardia Real, Armand Jean de Uhart y Marie de Müs de la Place, joven doncella del monasterio de Pau. Es imprescindible tener en cuenta que hasta nuestros días ha llegado la canción “Dolü gabe” (sin culpa), que relata el civilizado ajusticiamiento de Beñat Goienetxe (descuartizado por cuatro caballos y su cabeza clavada en una pica en la plaza de Mauleón, a finales de diciembre de 1661), sacerdote nacido en la Casa Matalast, líder de la rebelión armada en defensa de los montes comunales, vendidos por Loys XIV a su capitán de mosqueteros, monseigneur de Treville (traducción literal de su apellido Iroulegi, que significa tres villas). Que nadie se sorprenda de que el maestro de D’Artagnan y los Tres Mosqueteros fuese de origen vasco porque Pancho Villa se llamaba José Doroteo de Arango y Aránbula.
¿Cuál era la verdadera correlación de fuerzas entre los Auzókratas y los mercenarios franceses como para que un mosquetero “tragase” con una canción de bodas como esta?
Jaün barüak aspaldin xederak hedatü zütin, txori eijer bat hatzaman dizü Paubeko seroren kobentin; orain harekin biziren düzü aspaldian gogun beitzin.
(el señor barón desde hace tiempo trampas armadas tenía, un ave hermosa ha capturado en el convento de seroras de Pau; ahora con ella podrá vivir conforme a sus antiguos anhelos).
Xedera baliz halako merkadietan saltzeko, Ziberoako Aitoneensemek eros litzazkie oro, halako txori eijerto zunbaiten hatzamaiteko.
(Cepos semejantes si en el mercado se vendiesen, los aristócratas de Zuberoa quisieran comprarlos todos, para apropiarse de algunas de semejantes aves bellas).
Igaran apirilaren bürian, armadaren erdian, züntüdan bihotzian, armak oro eskian, present espiritian, manka besoen artian.
(A finales del mes de abril, en medio de la tropa, os tenía en el corazón, de espíritu presente pero ausente de mis brazos).
Jaüna maite banaüzü, erraiten düzü bezala, kita ezazü, kita ezazü, Erregeren zerbützüa, eta maita Herría, üken dezadan plazara
(Señor si me amáis, tal y como decís, cesad, cesad, cesad de servir al Rey, y amad al Pueblo, para que pueda salir a la plaza).

Para finalizar, la última estrofa de otra de las famosas canciones de Beñat Mardo:
“Ni deitzen nuk Beñat Mardo” (yo me llamo Beñat Mardo). Está dedicada al conde de Museña y dice así:
“Kunte, Markis, Kardinale ezin gintake. Hobe diagü bai egonik, hartü gabe banitate, hi tallür izan bezala ni zintzarri egile»
(Conde, Marqués ni Cardenal podemos ser. Prefiero que permanezcamos, ajenos a la vanidad, tú sastre del mismo modo que yo soy fabricante de cencerros.)
Video Jaün Barüak canción de Beñat Mardo en la popular versión de Benito Letxundi