
El Cantar de Bereterretxe hace alusión al incomprensible comportamiento asesino de los Aristócratas-Aitonensemeak (los hijos de los buenos padres). El Jaun de Bereterretxe fue un personaje real del siglo XV cuyo solar estaba en Larrau, Zuberoa. Jaurgain supone que fue asesinado por Loys de Beamon y que sucedió entre 1434 y 1449, año en el que Zuberoa pasó del dominio inglés al francés. Sin pretender polemizar lo más mínimo, ya que nuestro interés radica en los conceptos humanísticos reflejados en el poema, en esa época el gobernador era Juan de Beamon, (que también gobernaba Laburdi para Inglaterra, así como el castillo de Donibane Garazi-San Juan del Pie del Puerto para el rey de Navarra.)
La primera estrofa se refiere a lo inédito del comportamiento de los Venerables Sabios, que es el concepto original de Aitonensemeak. Recordemos que tanto el Fuero General del Rei-no de Navarra como el de Aragón dice que fueron redactados por los Doce Sabios más Ancianos de la Tierra. Hasta la llegada de la dinastía Evreux al rei-no de Navarra, el Consejo del Rey se denominaba de Los Doce Ancianos Sabios y desde Carlos II pasó a llamarse de los Doce Ricoshommes. Veamos algunas estrofas.
Haltzak ez dü bihotzik,
Ez gaztanberak hezürrik;
Ez nian uste erraiten ziela
Aitonen’semek gezurrik.
(Tan cierto como que) el abedul no tiene corazón (parte dura interna) ni el suero tiene huesos; no creía yo que los “Nobles” decían mentiras)
Observemos la disposición del Jaun de Bereterretxe:
Bereterretxek leihotik
Jauntxo Kuntiari goraintzik:
Ehun behiak ba zereitzola,
beren zezena ondotik.
(Bereterretxe desde la ventana saludos al condecillo; 100 vacas que le tenía con su toro semental)
Veamos un aspecto del talante del “noble”:
Jauntxo Kuntiak berehala,
Traidore batek bezala:
«Bereterrex, haigü bortala:
itzüliren haiz berehala».
(El condecillo a su vez, del mismo modo que un traidor: ¡Bereterretxe!, ven a la portalada, que volverás enseguida.)
Observemos la desesperación de la madre de Bereterretxe:
¡Marisantzen lasterra
Bost mendietan behera!
Bi belainez herrestan sartü da
Lakarri-Büstanobila.
(¡Que carrera tan desesperada la de Mari Sánchez por los cinco montes hacia abajo; arrastrando las rodillas ha entrado en la casa Buztanobi de Lakar.)
«Arreba, hago ixilik!
Ez otoi egin nigarrik
Hire semea bizi bada,
Mauliala dün joanik.
(¡Hermana, guarda silencio! Te suplico que no llores, tu hijo vive, ha ido a Mauleón.)
Marisantzen lasterrá
Jauntxoaren gaztelurá!
«Ai, ei, eta, kuntía,
nun düzie ene semie galantá?
(La carrera de Mari Sánchez hacia el castillo del señorito: ¡Ai, ei! Y, conde, dónde tenéis a mi hijo hermoso?
Otro aspecto del talante del “noble”
«Hik bahiena semerik
Bereterretxez besterik?
Ezpeldoi goitian dün hilik;
habil, eraikan bizirik…»
(¿Acaso tenías tú otro hijo exceptuando a Bereterretxe? En la cima de Ezpeldoi lo tienes muerto; ve, a ver si lo puedes levantar vivo.)
Las tres últimas estrofas censuran el carácter carroñero de los moradores cercanos al lugar del asesinato:
Ezpeldoiko jentiak,
Ala sendimentü gabiak!
Hila hain ürbil üken eta;
deüsere ez zakienak!
(¡Las gentes de Ezpeldoi, que falta de sentimientos! Con el asesinado tan cerca y que nada sabían.)
Pero como finalmente todo se sabe:
Ezpeldoiko alabá
Margarita deitzen dená;
Bereterretxen odoletik
ahürkaz biltzen ari da.
(La hija de Ezpeldoi llamada Margarita, recoge a manos llenas la sangre de Bereterretxe.)
Ezpeldoiko bukata,
Ala bukata ederra!
Bereterretxen atorraz,
hirur dozena omen da.
(¡La colada de Ezpeldoi, que gran colada! Con la camisa de Bereterretxe dicen han tenido que hacer tres docenas –para limpiarla y poder utilizarla-)
La razón del asesinato debió ser por el impago de impuestos. A este respecto nos conviene tener en cuenta uno de los datos obtenidos en el Archivo General de Navarra por don José Yanguas y Miranda: “Los habitantes del País de Sola (Zuberoa-Xiberua-Soule) deban al rey de Navarra por el pan y vino para su provisión, diez vacas parideras, con señal blanca y cuatro salmones cada dos años. En 1327, el gobernador del reino Pere Ramón de Rabastens, requirió a los de Sola el pago de dicha contribución que, decía, no habían pagado en los 20 años anteriores; y transigieron en dar por los atrasados 300 libras de sanchetes y 30 vacas empreinaderas con señal blanca y cuatro salmones…”
Terminemos este apunte, dejando constancia de que junto a la actual casa Ezpeldoipe se halla una estela discoidea de piedra que fue traslada de su lugar originario por la construcción de una carretera y suponemos es la del joven asesinado.

Cantar de Bereterretxe