Gobierno Vecinal
Por: Odón Ulibarrena
Auzokrazia: Gobierno Vecinal
Auzokrazia literalmente significa “gobierno vecinal” pero no es un sistema de gobierno como tal sino la actitud de los Vascos para su Autogobierno. Un cargo “auzokrátiko” es una carga, entre otras razones porque no conlleva salario y como todas las cargas vecinales, debe ser compartida. “Vecino”, en la Cultura Vasca, viene de la costumbre de tomar la vez en el “mando”. Por mero ejemplo, hasta nuestros días ha llegado la costumbre de que sea rotativo y obligatorio ser Alcalde. Un alcalde auzokrático no manda ni impone nada, es el portavoz del Batzarre-Concejo Abierto, que es la Asamblea Ejecutiva integrada por un miembro de cada Casa.
Diferenciando el bien del mal
Habiendo mantenido contacto los Vascos con gentes tan civilizadas como griegos y romanos, pletóricos de leyes y decretos, no es de extrañar que no supiesen diferenciar lo legal de lo ilegal; sin embargo, distinguían perfectamente lo moral de lo inmoral, el Bien del Mal. Por mucho que los romanos y cartagineses viesen a los ríos y montañas como fronteras ningún vasco dejó de considerarlos como vías de intercambio y ambientes económicos comunales. Por mucho que las ciudades fuesen guarnecidas con pétreas murallas, ningún caserío cerraba las puertas al necesitado.
Por mucho que los faraones se casasen entre hermanos y hermanas para preservar la raza, ningún pastor cruzaba sus ovejas entre sí. Por mucho que cualquier príncipe pudiese matar a su padre para ceñirse la corona, ningún panadero mataba al suyo para quedarse con la panadería. Por muchos notarios y contratos que existan, ningún vasco los ha necesitado para cumplir su Palabra. Por muchos jueces, fiscales y tribunales que les impongan todos saben que la Justicia se hace con la Conciencia Colectiva. Por muchos dogmas y misterios de fe que les han querido inculcar, no han olvidado el Amaos los unos a los otros.
Sablear y Diezmar
Los Cartagineses y Romanos tenían otra forma de pensar y hacer: conquistar el Poder para vivir a costa de los demás. Dos palabras definen su proceder. Sablear, el método del sable usado por los militaristas y Diezmar, la recaudación por parte de los eclesiásticos. Esa mentalidad fue calando entre algunos vascos, como los nombrados en el Bronce de Áscoli (año 96 a C) y desde el siglo XIII se conocen como Balderos a los “cabailleros que rotbaban y stragaban la tierra”. La expresión tomar algo “de balde”, sin dar nada a cambio, viene del comportamiento de Reyes, Aristócratas, Funcionarios y Eclesiásticos.
Las Hermandades Armadas
Contra esta forma de vivir reaccionaron los Auzókratas redactando Fueros e implementando Hermandades Armadas.
En el Fuero del Valle de La Burunda, que data del siglo XIII y tomó por modelo al de Logroño, inspirado en el de Nájera (año 1020), consta: “… que ningún sayón, ni merino, entrasse en sus casas para tomarles nada por fuerza, y que si entrasse fuese muerto y solo pagassen por el homicidio tres meajas ...” En lo tocante a impuestos dice: “…que cada casa (nótese que no dice habitante) pagase dos sueldos de pecha al año, y nada más, ni hiciesen facenderas (trabajo gratuito y obligatorio a favor de los aristócratas y eclesiásticos, emanado del derecho civilizado que afirma que “no hay sino un Despotismo legítimo: el derecho del Amo sobre el esclavo”, en palabras de afamado Aristóteles.) Judicialmente también les iba bien ya que los funcionarios acusaban a cualquiera que tuviese bienes para sacarle lo más que pudiesen so pena de castigarlo en sus tribunales: “…si alguno fuese acusado de hurto, jurando el acusado con 6 hombres buenos que no lo cometió, fuese absuelto ...”. Pero esto no era todo; porque se añade que si sobre “… sayonía, abnuda, mañería ni vereda … algún señor, merino o sayón les quisiese hacer fuerza, fuesen muertos y no pagasen homicidio…”.
La gente debe ser libre para que la patria pueda serlo
¿No se preguntan ustedes qué clase de reino establecieron los reyes de Navarra, toda vez que funcionarios a su servicio eran “tan bien mirados” por la Buena gente? Como la Fuerza Bruta ha sido el motor de todas las civilizaciones, los Auzókratas implementaron la variante armada en sus Hermandades. Al son de campanas o cuernos, todos los hombres honrados salían armados contra los malvados, con o sin permiso de las autoridades civilizadas. Conviene tener en cuenta que Santso Ramírez, rey de Pamplona y Aragón, el año 1090 convocó a Cortes en Huarte, “… donde concurrieron todos los príncipes (señores principales) de Pamplona (reino, que la ciudad se llamaba Irunia) y gran multitud del pueblo… quitando todos los malos usos que había entre ellos “. Los hechos posteriores demuestran que, por las buenas, la Gente de Bien no consiguió nada positivo de los señores principales.
Durante más de 200 años, la Hermandad de los Infanzones de Obanos, que agrupaba vecinos de toda Navarra, denominó a los monarcas Seynorías en vez de reyes y creo que su lema tiene total vigencia en nuestros días: “Pro libertate patria gens libera state” (la Gente debe ser libre para que la Patria pueda serlo).
Hermandades entre pueblos
Otro aspecto digno de mucha atención es que los auzókratas no tenían en cuenta la procedencia de sus miembros y así lo vemos en la Hermandad más antigua, datada en el año 1204, que reunió a Vecinos de Tudela, Arguedas, Valtierra, Cascante, Cadreita, Alesbes-Villafranca, Milagro, Falces, Santacara, Murillo el Fruto, Murillo las Limas, Carcastillo, Tauste, Esseia -Ejea, Luna, El Bayo, Biota y Esla, “… acordaron ayudarse mutuamente contra todos los que les hicieren mal ...”. Buena Gente “de” Aragón y Navarra contra señores principales.
El 6 de julio de 1295 se suscribió en Nájera una Hermandad entre Logroño, Saja, Salinillas de Buradón, Calahorra, Navarrete, Salinas de Añana, Haro, Nájera, Aguilar de Campo, San Vicente de la Barquera, Laredo, Castro Urdiales, Santander, Medina de Pomar, Belorado, Frias, Burgos, Santo Domingo de Silos, Agurain-Salvatierra, Gasteiz-Vitoria, Arrasate-Mondragón, Palencia, Carrión, Valladolid, Dueñas, Palenzuela, Castrojeriz, Sahagún, Pancorbo, Oca, Santo Domingo de la Calzada, Monasterio de Rodilla, Covarrubias, Cervera de Pisuerga, Salas de los Infantes, Paredes de Nava, Miranda de Ebro, Villalva, Oña, Portilla, Briones, Lerma, Tordehumos y otros dos concejos más hoy no identificados. Ojo al dato, porque en esa época seguían siendo Concejos, no ciudades. Vemos a Buena Gente de Álaba, Cantabria, Castilla, Gipúzkoa y La Rioja unidos en armas contra los señores principales: ¿de dónde sacaban inspiración? ¡Del Gizabidea! También es un hecho documental que en 1315 “ …se agregó Vitoria, con otras villas de Alava, a las célebres hermandades de Castilla, Galicia, Asturias y León...”.
El 12 de marzo de 1369 se estableció en Gazteiz-Vitoria una Hermandad de Concejos alaveses, navarros y guipuzcoanos que fue renovada en 1375 contra todos los que “anduvieren robando, forzando o qemando o matando o causando otros maleficios”. Se establecieron castigos severos y un procedimiento procesal muy rápido. La Hermandad podía movilizar un ejército de hasta 1.820 hombres, siendo los Concejos de mayor contribución, Gazteiz-Vitoria y Agurain-Salvatierra, con 150 y 100 hombres, respectivamente. Ojo al dato: Gasteiz y Agurain todavía no eran Ciudades, seguían siendo CONCEJOS, institución básica de la Auzokrazia.
Mejor evitar o posponer la guerra
¿No se dice que “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio?”. Pues nos conviene conocer este procedimiento auzokrático para evitar o posponer la guerra. Hacia 1430: “… los vecinos de las aldeas de Ayala, Henayo, Larrara, Holga, Larraza e Igueleta determinaron poblar en Alegría de Dulanci ...” para evitar las continuas confrontaciones contra los “señores principales de Ayala”. Pudiera citar casos semejantes en Gipuzkoa, Navarra y Laburdi. La guerra fue muy larga, pero los auzókratas estaban decididos a pelear para mantener su forma de concebir la Sociedad: ¿de dónde procedía su inspiración? ¡Del Gizabidea!
Según testimonio de un Ezpat’Andiki de la época, Lope García de Salazar (vizcaíno, señor principal de Muñatones, actor y relator de los sucesos): “En el año del Señor de 1456, las Hermandades de Guipúzcoa se levantaron contra todos los parientes mayores , no catando Oñez ni Gamboa, porque facian e consentían muchos robos e maleficios en la tierra e en los caminos é en todos los logares, e ficieronles pagar todos los maleficios, et derramaronles todas las casas fuertes, que una sola no dexaron en toda la Provincia, que fueron estas: las de Lazcano, e de Yarza, e de Amezqueta, e de Ugarte, e de San Millán, e de Asteasu, e de Zumarraga, e de Loyola, e de Balda, e de Emparan, e de Zarauz, e de Achaga, e de Irate, e de Elgueta, e de Vergara, e otras muchas, que no dexaron ninguna sin derribar e quemar sino solamente la de Olano e la de Unzueta, e quitaronles a todos los parientes de las tregoas de los solares, que no les quedo uno solo; é ficieronles todas comunidades é echaron desterrados a los dichos parientes mayores por cierto tiempo de la Provincia toda, é han vivido fasta aquí en justicia.”
¿Cómo reaccionaron estos civilizadísimos señores principales? Desafiando a muerte “…a qualesquier vecino e moradores de las villas de Guipúzcoa…”, tal y como consta en el documento redactado por el escribano Ubitarte de Markina, el 31 de julio de 1456. Allí dejaron constancia de su amor patrio los Abendaño, Arteaga, Butrón, Gabiria, Ganboa, Gebara, Lazkanos, Loyola, Murgia, Olaso, Ozaetas Urkizu, Zarauz, Zurbano, etc,
Se suele decir que “a palabra necias oídos sordos” pero los gipuzkoanos optaron por redactar en su Quaderno de Hermandad de 1457 (Quaderno de Hermandad posteriormente llamado Fuero) disposiciones como esta: “Quien tome parte en los bandos de Vizcaya, Encartaciones, Oñate, Aramayona, Alava, Navarra y Labort será privado de sus casas, y si no las tuviere, perderá la vida”.
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