
En una publicación anterior hicimos mención del Basajaun (literal, señor del bosque) y hoy contaremos algo de Basandere (la señora del bosque). Es conveniente tener en cuenta la relación fonética con “Basceandoss”, divinidad aborigen de época romana del Valle de Bassioué, en el Pirineo Central.
Cuenta una leyenda que, al alba, con un peine de oro, Basandere alisaba su cabello en la entrada de su morada, una cueva en la cumbre de Mondarrain. Un pastor de Itxasu la observaba queriendo quitarle la joya. Consiguió hacerlo en un descuido de la Señora del Bosque, huyendo precipitadamente. Basandere lo alcanzó junto a una peña en la que se apoyaba exhausto, pero en ese instante fue alcanzado por los primeros rayos del sol naciente: – “Da gracias al Sol” –murmuró Basandere teniendo que retirarse a su morada. Eguzki-El Sol es infalible contra los espíritus, tanto, que son numerosos los relatos en que, con tan solo escuchar el canto del gallo, anunciador de la llegada del astro, desaparecen. ¿A cuántos ha salvado de ser esclavizados eternos de seres mágicos? ¡Aúskalo. ¡A saber!