El primer entierro cristiano
El primer entierro cristiano tuvo lugar durante el segundo viaje de Colón al continente americano. Los resultados del primer viaje de Colón animaron un tanto a los Reyes Católicos pues pidieron a la villa vizcaína de Bermeo que preparase una buena flota. En tres meses, la dinámica villa completó el encargo; sin embargo, los 17 navíos que la componían no navegaron hacia América sino hacia África. En ese momentol aquella flota fue destinada al traslado del último rey moro de Granada, Boabdil, desde la península ibérica hasta Tánger.
A pesar de esto, don Cristóbal pudo disponer de una buena flota para su segundo viaje, incluyendo 12 Txalupas-caleras; de la mayoría existen datos para sustentar que sus tripulantes eran vascos. El Almirante se valió de ellas para el ojeo de costas y mares; sin embargo pero cuando quiso que se dedicasen a la caza de aborígenes para convertirlos en esclavos, los vascos se negaron, regresando a su tierra. Por la Carta del doctor Álvaro Chanca a la Ciudad de Sevilla sabemos que “…aquel día 23 de noviembre (1493) se nos murió un marinero vizcaíno que el día 14 fue herido por los Caribes; e porque iban por costa de tierra, diose lugar a que saliera una fusta a enterrarlo (playa de Puerto Rincón, Sto. Domingo) e fueron en resguardo dos carabelas…”.
Como Domingo de Bermeo era conocido el finado. Fue el primer europeo en recibir cristiana sepultura en la América del “descubrimiento”. Aunque no fue el primer difunto, pues los moradores del Fuerte Navidad (Haití) yacían insepultos; entre ellos había vascos como Diego de Arana. Todos fueron ajusticiados por los aborígenes.